martes, 20 de noviembre de 2007

¿Declaración de intenciones?

Hubo un tiempo en que internet se parecía a la televisión, en el sentido en el que los internautas eramos, principalmente, espectadores y por tanto pasivos. Pero eso no nos bastaba, no nos gusta eso de mirar y queremos actuar: en la nueva televisión la programación puede ser detenida, rebobinada, puedes, según se publicitan algunos canales, crear tu propia programación; en el teatro proliferan espectáculos basados en la improvisación de los actores siguiendo las pautas dadas desde el patio de butacas. Y en internet nació la web 2.o y nacieron foros, wikipedia, youtube, los blogs... dejamos atrás aquellas páginas que veíamos para crear nuestras propias páginas, nuestros puntos de encuentro con otros nautas.
¿Es eso bueno?
Andrew Keen lo tiene claro: no. El creador de audiocafe.com (sitio de intercambio de música) e impulsor de las web 2.o se ha declarado en guerra contra ellas, no sólo en su libro The cult of amateur sino en multitud de entrevistas en televisión y prensa o desde su propio blog: andrewkeen.typepad.com/. Según él, dando la vuelta al clásico de los monos y las maquinas de escribir, si se equipase a un número infinito de internautas con un infinito número de ordenadores, lejos de llegar a escribir algo con sentido, como harían nuestros primos peludos, sólo se conseguiría "una masa de infinita mediocridad. Por que la inmensa mayoría de los internautas no tienen más talento que los monos."
Aquellos que ya estén recogiendo madera para quemar a este apóstata, al que unos llaman ciberfascista y otros lutero, que se aseguren de coger suficiente como para quemar a dos, porque yo estoy de acuerdo con el señor Keen.
En las antipodas de esta opinión encontramos al creador de Technorati, David Sfry, defensor a ultranza de los blogs y los blogueros. Según informa en una entrevista que publica hoy El País, cada día surgen más de cien mil nuevos blogs, pero a él los 12o.ooo.ooo de blogs existentes le parece una cifra muy baja.
La democratización de internet con las web 2.o trae una cacofonía, una de ciento veinte millones de voces cacareando: "blogueamos como monos desvergonzados sobre nuestras vidas privadas, nuestra vida sexual, nuestros sueños vitales, nuestra falta de vida o nuestras segundas vidas." No hace mucho bromeaba con un amigo sobre el carácter onanista de los blogs, aunque él siempre a defendido que mi anterior blog no lo era en absoluto y que era más bien del tipo "mirad que patética es mi vida." Pero, en palabras de Keen, la participación de los internautas se está cargando nuestra cultura; cualquiera puede hablar de cualquier cosa y sentar cátedra para aquellos que, teniendo menos idea aún que él, se crean lo que dice...

Pese a todo, pese a estar de acuerdo con Keen, no comparto su alarmismo. La mayoría de los blogs, especialmente los más narcisistas, quedan entre amigos y en la wikipedia, aunque se puedan publicar y de hecho se publiquen auténticas barbaridades siempre llega alguien que subsana el error.
Por eso no tengo miedo de publicar un blog más que aumente la cacofonía reinante en nuestro mundo; aunque me gustaría pensar que éste si no va a ser parte de la solución, no lo sea, al menos, del problema. No voy a hablar de mi vida privada, ni pretenderé, jamás, sentar cátedra sobre nada, ni siquiera esperaré que alguien me lea... Y es que puede que al final este sea un blog onanista, uno que haga para mi propio disfrute, en el que escriba sobre lo que me interesa con el único fin de escribir. Sifry aconseja ser constantes en la actualización de los blogs para crear una audiencia fiel, en mi opinión eso sólo contribuye a aumentar la masa de infinita mediocridad; prefiero escribir cuando tenga algo que decir y asegurándome, poniendo todo el empeño en ello al menos, de hacerlo bien.

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